A la vereda San Miguel se llega hasta cierta parte en carro, luego se sigue a pie por camino de herradura, en este lugar nos estaban esperando varias personas entre niños, niñas, mujeres y hombres. Apenas llegamos nos ayudaron con las cajas en un recorrido de 30 minutos donde iban las donaciones para las mujeres de esta comunidad.
Estaban felices porque no una, ni dos personas sino toda la comunidad nos dejaron saber que ninguna Fundación había hecho algo así por ellos y mucho menos de ir un domingo a llevarles regalos. Sus rostros expresaban gran felicidad, y manifestaban agradecimientos a la Dra. María Luisa por pensar en ellos.