Las instalaciones del coliseo cubierto de Servitá, fueron epicentro de un divertido y dinámico evento en el que padres e hijos bailaron al son de canciones como la tasa y el chuchugua.
En la jornada de donación, se beneficiaron 925 personas pertenecientes a cinco barrios de la localidad de Usaquén, quienes recibieron deliciosos refrigerios y regalos como vajillas donadas por la Fundación Una Cucharada por la Vida. Destacando la participación de una gran cantidad de niños en Condición de discapacidad.
Por su parte, la Dra. Magnolia Nasayó, directora nacional de la fundación manifestó a las madres FAMI, líderes comunitarias del Bienestar Familiar, que la comunidad del codito y sus alrededores siempre serán una prioridad para la Fundación.