El pasado 10 de octubre, la región de Paso de Álamo, Veracruz, sufrió graves inundaciones a causa del desbordamiento del río Pantepec. La emergencia dejó a numerosas familias sin vivienda y a muchas otras sin sus pertenencias, perdiendo por completo los enseres de sus hogares.
La situación se agravó cuando el colapso del puente que conecta la zona con la cabecera municipal dejó a la comunidad incomunicada, generando desabasto de alimentos y una urgente necesidad de asistencia humanitaria.
Ante esta difícil situación, la Fundación —fiel a su misión de tender una mano amiga a quienes más lo necesitan— hizo presencia en la zona, llevando un mensaje de esperanza y apoyo a las familias afectadas. Gracias a la gestión y al liderazgo de la Dra. María Luisa Piraquive, nuestro equipo visitó los hogares damnificados para conocer de primera mano las afectaciones y brindar una respuesta oportuna y efectiva.
A pocos días de la emergencia, se entregaron 4 toneladas de ayuda humanitaria, que incluyeron:
• Alimentos no perecederos
• Artículos de higiene personal
• Elementos de aseo
• Toallas, colchas, edredones y sábanas
• Vasos, vajillas, ollas, cubiertos y otros implementos esenciales para el hogar.
El acompañamiento tuvo como propósito aliviar las necesidades más apremiantes, proteger la dignidad humana de los afectados y contribuir a su pronta recuperación.
Pensando en los niños y en su bienestar emocional tras la emergencia, también se hizo entrega de kits escolares, juguetes y material didáctico, como un aporte significativo para acompañar su proceso de recuperación.
La Fundación reafirma su compromiso de estar presente donde más se necesita, diseñando e implementando modelos de intervención social que permitan transformar vidas, promover valores y brindar esperanza a las poblaciones más vulnerables del mundo.