Conscientes de las difíciles situaciones de escasez que afronta la población de la Guajira y con el propósito de aportar al desarrollo y al mejoramiento de la calidad de vida en este departamento, la Fundación entregó a las comunidades Wayúu 5 toneladas de ayudas, entre 1.500 litros de agua, mercados y regalos para los niños.
Cumplir esta misión no fue tarea fácil y fue posible gracias al apoyo de la Armada Nacional, la Gobernación Departamental y la Alcaldía de Manaure, quienes brindaron la logística para transportar las ayudas, las cuales partieron desde nuestra sede en Bogotá en un camión, el cual quedó estancado en Manaure por el barro que se formó a causa de las fuertes de lluvias y fue necesario remolcarlo.
Luego, a las 6 de la mañana y por una extensa trocha, el equipo de la Fundación y la carga con las ayudas llegaron hasta la orilla del Río Ranchería y allí abordaron una “garrucha”, medio de transporte mediante cables suspendidos que permite llegar al otro extremo. Seguidamente fueron llevados en mototaxis hasta el Centro Etnoeducativo Pulitchamana donde los habitantes de la ranchería de Jojoncito, de la comunidad Wayúu, los esperaban con gran emoción.
En este centro, que fue edificado en el 2013 por la Fundación Internacional María Luisa de Moreno, se realizó una jornada de apoyo donde se hizo entrega de agua, mercados y juguetes junto con la Armada Nacional y su dummie “Marquitos”.
Al siguiente día, parte de estas ayudas fueron distribuidas en el resguardo indígena de Mayapo y en los municipios de Maicao y Riohacha, beneficiando de la misma manera a sus habitantes.
Con mucha alegría estas personas agradecieron a la Dra. María Luisa Piraquive por brindarles ese gran apoyo y permitirles sentir que a pesar de lo lejos que se encuentran no están solos sino que su mano amiga siempre esta para ayudarlos.
Es importante destacar que esta gran labor social se logró gracias a la articulación de la Fundación con las entidades gubernamentales y locales, y el apoyo de los donantes y la contribución de los estudiantes del colegio Makarenko y el Colegio Principado de Mónaco de Bogotá, quienes desarrollaron una campaña para poder brindar su granito de arena y ayudar a mitigar la difícil situación de las poblaciones indígenas en esta zona del país.