Una verdadera sorpresa se llevaron alrededor de 60 niños en la ciudad de Montreal, los cuales recibieron con gran emoción, amor y gratitud diferentes obsequios con material lúdico, como parte del método empleado por la Fundación para impulsar el aprendizaje autónomo en cada uno de ellos.
Asimismo, los asistentes disfrutaron de un momento único, en donde las sonrisas y la emoción de los más pequeños fueron las protagonistas del evento, el cual los hizo sentir valiosos y les permitió aprender desde temprana edad la importancia de ayudar a los demás.
Cabe destacar que la Fundación ha mantenido en todo momento su compromiso para apoyar el desarrollo escolar en los niños. Por lo tanto, el equipo de voluntarios organizó esta jornada tan especial, la cual estuvo llena de aprendizaje, diversión, felicidad y valores.